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¡Me encanta hacer ganchillo!

Tejer a dos agujas es una chulada, pero con una sola me parece increíble. Se pueden hacer cosas preciosas a crochet.

Aprendí sola, de muy cría. Tenía mucha curiosidad y me vi capaz de aprender investigando con las revistas y sus gráficos. Ahora, internet y sus videos son una herramienta de gran ayuda, antes los recursos eran mucho más limitados, lo teníamos más difícil.

Puedo decir que el ganchillo me engancha, aunque parezca un chiste fácil, pero cuando empiezo una labor me impaciento por verla terminada.

 

 

Sobre mí

 

Soy Maribel, una bilbaína lejos de mi querida tierra, la que me vio nacer y crecer. Recuerdo esas tardes lluviosas de otoño, la lluvia golpeando los cristales, los charcos... ¡cómo añoro su verde y su olor!

Pasé mi infancia viendo tejer a mi madre, tenía unas manos increíbles, hacía unos zurcidos perfectos; me encantaba mirarla, sus manos eran mágicas para mí.

Tener una labor en las manos es... relajarme, evadirme, es una terapia en realidad.

Valoro todo lo hecho a mano y yo le pongo un especial mimo, cariño y esmero, ingredientes imprescindibles para que quede perfecto.

Mi hija me ha animado mucho para hacer esta página, para poder mostrar las cositas que hago.

Las manos de una madre siempre son especiales.

 

 

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